sábado, 2 de febrero de 2013

Rima XV de Gustavo Adolfo Bècquer


Cendal flotante de leve bruma, 
rizada cinta de blanca espuma, 
rumor sonoro 
de arpa de oro, 
beso del aura, onda de luz: 
     eso eres tú.

Tú, sombra aérea, que cuantas veces 
voy a tocarte te desvaneces 
¡como la llama, como el sonido, 
como la niebla, como el gemido 
     del lago azul!

En mar sin playas onda sonante, 
en el vacío cometa errante, 
largo lamento 
del ronco viento, 
ansia perpetua de algo mejor, 
     ¡eso soy yo!

Yo, que a tus ojos, en mi agonía, 
los ojos vuelvo de noche y día; 
yo, que incansable corro y demente 
¡tras una sombra, tras la hija ardiente 
     de una visión!.

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